Con uno de los pasados históricos más importantes e impactantes de Europa, Alemania fue cuna del movimiento nazi y germen de las dos Guerras Mundiales. Tal y como os conté en el post sobre Berlín, esto es algo que se recuerda y se tiene muy en cuenta en todo el país. Múnich, capital de Baviera, fue una de las ciudades que más sufrió los ataques de la Segunda Guerra Mundial por lo que quedó completamente desvastada.
Después de años de reconstrucción, la ciudad se ha convertido en una de los principales destinos turísticos de Alemania debido a la mezcla entre historia y modernidad que presentan sus fachadas.
Por todo, vale la pena planear un viaje y reservar en algunos de los hoteles que hay en Múnich para adentrarse y conocer uno de los lugares más significativos del pasado. Puedes reservar AQUÍ el hotel más barato. Si te has decidido a programar este viaje, a continuación te cuento cuales son los tres monumentos más bellos de Múnich, los cuales no te puedes marchar sin visitarlos.
Monumentos de Múnich más bellos
Residencia de Múnich
La Residencia de Múnich (Residenz München) es uno de los monumentos más bellos de Múnich. Fue entre los años 1385 y 1918 el palacio real de los reyes de Baviera. Se trata del palacio más grande del país. Como os hemos comentado, la Segunda Guerra Mundial destruyó gran parte de las construcciones de la ciudad y éste edificio fue uno de ellos, solo quedaron en pie 50m2 de la superficie, pero años después fue reconstruido.
Dentro del palacio hay 10 patios y un total de 130 habitaciones, con una decoración que destaca por su belleza y piezas de arte muy valiosas que te dejarán sin palabras. Las zonas más importantes de la residencia son el Teatro Cuvilliés, un pequeño teatro de estilo Rococó, el Tesoro y el Antiquarium o Sala de Antigüedades.
El Tesoro es una colección que data del año 1565, fue elaborada por Alberto V duque de Baviera. Se trata de una de las colecciones más importantes del mundo donde se exponen las joyas de la familia y las insignias reales.