Tras nuestra ruta por la Toscana, partimos desde la bella Florencia para iniciar nuestro viaje a Cinque Terre, un conjunto de cinco preciosos pueblos merecidamente declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore son pequeños pueblecitos encaramados a espectaculares acantilados que parecen salidos de una postal. Un viaje absolutamente recomendable e imprescindible ya que son sin duda uno de los mayores tesoros de Italia tan solo equiparables a ciudades como Roma o Venecia.
Nuestra visita a Cinque Terre en un principio estaba planificada para visitar 3 de los pueblos un día y 2 otro día. Finalmente decidimos visitarlos todos en un solo día, algo que no es descabellado ya que son localidades muy pequeñas que distan apenas unos kilómetros unas de otras, y dejar el segundo día para visitar Portovenere y disfrutar de la mágica, bella y pintoresca Riomaggiore que fue el pueblo elegido con total acierto para alojarnos.
En este artículo os relataré de manera pormenorizada todo nuestro viaje y os contaré que visitar en Cinque Terre.
ORGANIZACIÓN DEL VIAJE A CINQUE TERRE
DIA 1
Visita Riomaggiore
DIA 2
Visita Monterosso, Vernazza, Corniglia y Manarola
PASEO EN BARCO: Riomaggiore hasta Monterosso
SENDERO AZUL: Monterosso hasta Vernazza
TREN: Vernazza hasta Corniglia
TREN: Corniglia hasta Manarola
TREN: Manarola hasta Riomaggiore
DIA3
Visita a Portovenere y disfrute de Riomaggiore
DIA 1
RIOMAGGIORE
Llegamos a las 18:00 a Riomaggiore donde nos esperaba Giacomo, el dueño del Fisherman´s Houseel apartamento donde íbamos a alojarnos, para aparcar el coche en el garaje.
Este es uno de los más recomendables lugares donde alojarse en Cinque Terre. Si quieres reservarlo puedes hacerlo AQUÍ
Una recomendación para los que lleguéis en automóvil es que reservéis un alojamiento con plaza de garaje. Si no fuera posible debido a que en Cinque Terre la oferta hotelera con parking es muy reducida, os recomendaría dejar el vehículo en uno de los parkings de La Spezia (algunos son gratuitos), la ciudad más cercana, y desde allí tomar el tren hasta la localidad de Cinque Terre en la que vayáis a pernoctar. La distancia es corta y os evitaréis muchísimos quebraderos de cabeza ya que los pueblos de Cinque Terre tienen la circulación restringida por lo que no podréis aparcar.
Una vez que nos despedimos de Giacomo, comenzamos a recorrer la pequeña y encantadora Riomaggiore. Paseando por sus estrechas y coloridas calles abarrotadas de turistas, el encanto de este pintoresco pueblo poco a poco me fue atrapando de tal forma que me hubiera quedado a vivir allí.
Bajamos la calle principal, arriba en uno de los balcones unos artistas tocaban el saxofón mientras que un grupo de personas comenzaban a cenar en un restaurante cerca del mar, algo totalmente encantador.
Al final de la bajada, tomamos un camino hacia la izquierda, el cual no condujo a una bella cala de cantos rodados y aguas cristalinas. No nos lo pensamos dos veces, y a pesar de que comenzaba a atardecer, nos arrojamos el mar para disfrutar de sus refrescantes aguas.
Muy a nuestro pesar el baño no nos duró demasiado ya que vimos una pequeña medusa y tuvimos que salirnos, desgraciadamente esta no sería la última medusa que veríamos en estas aguas.
Decidimos colocarnos en una de las piedras del rompeolas que hay justo en frente del pueblo y desde allí pudimos obtener la imagen típica que aparece en todas las postales de Riomaggiore, una imagen que guardaré para siempre en mi retina.
Nos quedamos en las rocas contemplando el pueblo y como el sol poco a poco se iba escondiendo en el horizonte. Y cuando el sol se oculto, nos marchamos a cenar.
Tocaba “pescaito frito”, y es que había leído mucho acerca de la calidad del pescado de Il Pescato Cucinato, la freiduría más popular de Cinque Terre. El pescado estaba riquísimo y por tan solo 7€ pudimos comprarnos un cartucho cada uno con el cenamos sin problemas.
Justo en frente de esta pequeña freiduría, está el Mamma Mía, otra freiduría-pizzería en la que la calidad del pescado es mucho peor, por lo que recomiendo comprar aquí pizzas para llevar y en el Il Pescato Cucitano el pescadito frito.
Después de cenar subimos la calle hasta la iglesia de San Juan Bautista donde se celebraba una especie de verbena. Una orquesta interpretaba canciones de los Beatles y bandas sonoras de películas. Oír como tocaban Aladdin o La Vida es Bella en este marco inigualable fue una auténtica gozada.
Finalizado el concierto y muy a nuestro pesar, nos marchamos a descansar ya que al día siguiente tocaba visitar Monterosso, Vernazza, Corniglia y Manarola.
VALORACIÓN DE RIOMAGGIORE
Belleza
Pintoresco
Encanto
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